domingo, 30 de octubre de 2016

PROMESAS DE QUIEN PUEDE, Y QUIERE CUMPLIRLAS



Cuando quien te promete algo, nunca ha roto una sola promesa, y es alguien que solo dice la verdad siempre, porque es imposible que mienta y aparte de eso cuenta con el poder, los recursos y el amor desbordante para cumplir lo que te promete, no te queda otra alternativa más que creer. Pues bien esas características son propias solo de una persona y es Dios, es el quien te promete lo que está escrito a continuación, que fue tomado de la Biblia nueva versión internacional, para ayudarte en tus oraciones, en tus declaraciones diarias, en tu vida de fe y devocional. Espero y te sea de ayuda y las disfrutes, pero sobretodo que las creas. Aquí solo hay 53 promesas de bendición, luego te publicare más, del más asombroso de todos los libros LA BIBLIA.




Bendito el hombre que confía en el Señor, y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto.»
Jeremías 17:7-8 NVI

Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes.
Salmos 20:4 NVI

“El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz.”
Números 6:24-26 NVI

Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán.
Proverbios 16:3 NVI

Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
Jeremías 29:11 NVI

Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.
Filipenses 4:19 NVI

Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré de ustedes toda enfermedad.
Éxodo 23:25 NVI


Hoy te ordeno que ames al Señor tu Dios, que andes en sus caminos, y que cumplas sus mandamientos, preceptos y leyes. Así vivirás y te multiplicarás, y el Señor tu Dios te bendecirá en la tierra de la que vas a tomar posesión.
Deuteronomio 30:16 NVI

Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian.
Salmos 34:8 NVI

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce.
Salmos 23:1-2 NVI

Cuán grande es tu bondad, que atesoras para los que te temen, y que a la vista de la gente derramas
sobre los que en ti se refugian.
Salmos 31:19 NVI

Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan.
Lucas 6:27-28 NVI

Que la gracia del Señor Jesucristo sea con su espíritu.
Filemón 1:25 NVI

No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición.
1 Pedro 3:9 NVI



El que atiende a la palabra, prospera. ¡Dichoso el que confía en el Señor!
Proverbios 16:20 NVI

En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
Gálatas 5:22-23 NVI

Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra.
Deuteronomio 28:1 NVI

Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.
Malaquías 3:10 NVI

Que la gracia del Señor Jesucristo sea con su espíritu. Amén.
Filipenses 4:23 NVI

Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Mateo 5:9 NVI

El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca.
Lucas 6:45 NVI





Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores
ni cultiva la amistad de los blasfemos.
Salmos 1:1 NVI

Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”
Mateo 25:21 NVI

Dichosos los que guardan sus estatutos y de todo corazón lo buscan.
Salmos 119:2 NVI

Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Mateo 5:6 NVI

El Señor omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas.
Habacuc 3:19 NVI

La bendición del Señor trae riquezas, y nada se gana con preocuparse.
Proverbios 10:22 NVI

Que reciban misericordia, paz y amor en abundancia.
Judas 1:2 NVI


Quien halla esposa halla la felicidad: muestras de su favor le ha dado el Señor.
Proverbios 18:22 NVI

Dios nos bendecirá, y le temerán todos los confines de la tierra.
Salmos 67:7 NVI

Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan.
Romanos 12:14 NVI

No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser.
Proverbios 3:7-8 NVI

Porque el Señor se complace en su pueblo; a los humildes concede el honor de la victoria.
Salmos 149:4 NVI

Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.
3 Juan 1:2 NVI

Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén.
Apocalipsis 22:21 NVI


Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.
Josué 1:8 NVI

En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto.
Proverbios 18:21 NVI

Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien.
Deuteronomio 10:12-13 NVI

Tuya es, Señor, la salvación; ¡envía tu bendición sobre tu pueblo!
Salmos 3:8 NVI

Cumple los mandatos del Señor tu Dios; sigue sus sendas y obedece sus decretos, mandamientos, leyes y preceptos, los cuales están escritos en la ley de Moisés. Así prosperarás en todo lo que hagas y por dondequiera que vayas.
1 Reyes 2:3 NVI

Dichosos los que lloran, porque serán consolados.
Mateo 5:4 NVI


Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.
Mateo 5:8 NVI

Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios.
Éxodo 20:12 NVI

Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que escogió por su heredad.
Salmos 33:12 NVI

Si no me hacen caso ni se deciden a honrar mi nombre —dice el Señor Todopoderoso—, les enviaré una maldición, y maldeciré sus bendiciones. Ya las he maldecido, porque ustedes no se han decidido a honrarme.
Malaquías 2:2 NVI

—Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús—; dichosos los que no han visto y sin embargo creen.
Juan 20:29 NVI

Bendeciré al Señor en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán.
Salmos 34:1 NVI

La memoria de los justos es una bendición, pero la fama de los malvados será pasto de los gusanos.
Proverbios 10:7 NVI


Y, por haberse mostrado temerosas de Dios, les concedió tener muchos hijos.
Éxodo 1:21 NVI

Después los llevó Jesús hasta Betania; allí alzó las manos y los bendijo. Sucedió que, mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue llevado al cielo.
Lucas 24:50-51 NVI

El justo se ve coronado de bendiciones, pero la boca del malvado encubre violencia.
Proverbios 10:6 NVI

Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron.
Hechos 13:3 NVI

De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Santiago 3:10 NVI

El Señor tu Dios te bendecirá, como lo ha prometido, y tú podrás darles prestado a muchas naciones, pero no tendrás que pedir prestado de ninguna. Dominarás a muchas naciones, pero ninguna te dominará a ti.
Deuteronomio 15:6 NVI

Que irradie tu faz sobre tu siervo; por tu gran amor, sálvame.
Salmos 31:16 NVI




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