ME ENCONTRÉ ESTA CARTA Y QUISE COMPARTIRLA CONTIGO
DÍA 1
A mi más querido amigo:
Hoy me enterraron… esto es muy diferente de lo que yo esperaba. Verás, siempre pensé que la muerte me llevaría a un mundo brumoso, lleno de niebla. Pero este lugar es claro como el cristal, es mucho más real que la vida sobre la tierra. Todavía tengo un cuerpo y puedo pensar, hablar y sentir. Me tienen haciendo una fila para registrarme, eso creo. Tengo un poco de miedo, amigo.
Los que van alrededor mío no se ven tan felices… veo un pequeño letrero en frente de la fila que dice “Hades”. De una cosa estoy seguro, este no es el cielo.
Amigo, estoy atemorizado… ¿me voy a quemar en el infierno?
Tu amigo, Juan.
Día 2
Querido amigo:
¡Ayúdame!, esto es mucho peor de lo que pensaba. Estoy rodeado de oscuridad y sin embargo puedo sentir las llamas… Puedo sentir el olor de mi carne mientras se está quemando. Estoy muerto, aunque con vida. Estoy agonizando en dolor… tengo sed.. siento que mi cuerpo está a punto de explotar. Amigo, querido amigo... ¿por qué no puedo morir? ¿Por qué Dios no me deja morir?
Pero tengo esperanza. Dicen que viene el Día del Juicio en donde estaremos delante de Dios. El juzgará nuestro caso y nuestras vidas personalmente. Amigo, mi querido amigo, ¡espero que jamás vengas aquí! Quisiera que nadie más tuviera pasar por todo este sufrimiento... me duele mucho.
Tu amigo, Juan
AÑOS MÁS TARDE
Amigo:
Al fin llegó el Día del Juicio. La esperanza que tuve anteriormente es ahora un recuerdo tan distante. Lo único que sé es que el terror me está esperando; las llamas están esperando consumir mi carne eternamente… Cuando me llamaron, fui y me paré delante del Gran Trono Blanco. El que estaba sentado pidió el Libro de la Vida. Mientras buscaba mi nombre en las páginas, pude observar miles de ángeles y creyentes detrás de Su Trono. Después, no podía creer lo que vi… Mientras trataba de enfocar mis ojos, logré verte dentro de los santos. Allí estabas tú, esperando la felicidad perpetua mientras que yo esperaba maldición eternamente y para siempre. Estabas allí, entonando cánticos de júbilo mientras yo daba gritos de terror.
De repente, la voz de Dios llamó mi atención diciéndome: “Tu nombre no ha sido encontrado en el libro, por lo que has sido sentencio al castigo eterno y serás arrojado al lago de fuego para siempre, sin esperanza… y sin salida”. Estoy tan aterrorizado mientras espero mi castigo… No tengo más esperanza.
Juan
UN DÍA DESPUÉS DEL DIA DEL JUICIO
A quien un día consideré mi amigo:
Puedo sentir como el corazón me golpea el pecho. Los angeles que han sido designados a lanzarme en el lago de fuego vienen ya bajando el pasillo. Puedo escuchar sus pasos. He escuchado de este lugar. Dicen que es aún peor que el Hades. Como podría serlo?
No puedo soportarlo… Los ángeles están a la puerta… ¡Oh, no! ¡¡¡ NOOOOOOO... !!! Ya están abriendo la puerta y me ven... me están viendo Juan…. ¡¡¡Están arrastrándome y me llevan fuera del cuarto!!! Ya puedo sentir el olor del abrasante azufre…. ¡Puedo ver la orilla del precipicio donde el lago de fuego arde en llamas... !
Ya está hecho…. No tengo más esperanza…. Nos estamos acercando más, y más… ! Mi corazón estalla de temor y horror… Me llevan ya para lanzarme dentro del lago de fuego... Estoy colgando sobre sus llamas….. He sido maldito para siempre. ¡Me han lanzado...! ¡Fuego! ¡Dolor! ¡DOLOR... !
¿POR QUÉ...? ¿POR QUÉ NO ME HABLASTE DE JESÚS?
P.D. Ojalá estuvieras aquí…
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