Para formar a una persona madura se necesitan tiempos buenos y malos. La vida es una mezcla de dolor y placer, victorias y derrotas, éxitos y fracasos, cimas de montañas y valles.
Aún en nuestros valles más oscuros, nuestros días más oscuros, Dios está allí. “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento”. Salmos 23:4
Al observar la Biblia vemos que la palabra “valle” se refiere a diferentes de situaciones difíciles en la vida.
¿Cómo manejo los valles oscuros de la vida?
Existen cinco hechos sobre los valles que necesita recordar cada vez que atraviese una época difícil:
1. LOS VALLES SON INEVITABLES
Van a suceder, así que debe contar con ellos. Acaba de salir de un valle, o está en medio de uno en este instante, o probablemente se encamina a uno. Los valles suceden a lo largo de la vida, Jesús fue muy realista al respecto. En Juan 16, dijo: “En este mundo tendréis aflicciones”. No es un problema de si sucederá, sino de cuándo. Va a suceder. Tendrá dificultades, desilusiones, desalientos en la vida. Habrá momentos de sufrimiento, pena, enfermedad. Habrá tiempos de frustración, fracaso y fatiga. Van a suceder. Son parte de una vida normal. No se sorprenda de ellos.
2. LOS VALLES SON IMPREVISIBLES
No puede planearlos, establecerlos, fijarlos. Los valles siempre son inesperados. Normalmente vienen en el peor momento - cuando no tiene tiempo o está desprevenido. Simplemente pasa. Y generalmente es cuando menos se necesita o es importuno.
Los valles vienen de repente. Son impredecibles. ¿Se ha fijado como un día bueno puede convertirse en uno malo? Una llamada telefónica, una carta, un chequeo médico de rutina, un accidente. Los valles simplemente suceden.
Jeremías 4:20 “Quebrantamiento sobre quebrantamiento... De repente son destruidas mis tiendas, en un momento mis cortinas.”
3. LOS VALLES SON IMPARCIALES
Nadie está inmune a ellos. Nadie está aislado del dolor o de la tristeza. Problemas, pruebas, dificultades, disturbios, tiempos difíciles, depresiones, no significan que sea una mala persona. Significan que usted es una persona. No significan que sea un ser humano perverso; significa que usted es un ser humano. La Biblia es clara en que las cosas buenas suceden a la gente mala y algunas veces cosas malas suceden a la gente buena. Los valles son imparciales. No les importa cuán bueno o malo sea usted.
En Mateo 5:45, Jesús dijo: “Y que hace llover sobre justos e injustos”. Cuando atravesamos tiempos difíciles – un valle de la vida – nuestra primera reacción siempre es: “¿Por qué a mí?” Realmente debería preguntar “¿Por qué no a mí?” ¿Usted piensa que debe estar exento de los problemas que los demás enfrentan? ¿Cree que debe ser la única persona del universo que nunca tiene tragedias, pérdidas, pérdidas de seres queridos? En vez de decir “¿Por qué a mí?” Sólo tenga en mente que le sucederá a usted porque es humano. Recuerde que este no es el cielo. Los desastres y tragedias les pasan a todos.
4. LOS VALLES SON TEMPORALES
Tienen un fin. No duran para siempre. No son permanentes. David dijo: “Aunque ande en valle de sombra...” El valle no es un lugar donde se queda toda su vida. Es algo que atraviesa – una circunstancia, una situación que tiene un término. Cuando se está en el valle se piensa que es un punto muerto, pero no lo es.
1 Pedro 1:6 “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas”. Pedro admite que algunas veces pasará por tiempos difíciles. Va a ser difícil. La vida es difícil. Va a sufrir, pero solo por un tiempo. Adelante hay gozo maravilloso. Aunque tenga problemas aquí, en el cielo no tendrá ninguno. Si conoce al Señor Jesucristo, ese es su destino final.
5. LOS VALLES TIENEN UN PROPÓSITO
Dios tiene un propósito al permitir que atraviese los valles. Ya sean dudas, depresión, desesperación, desánimo o derrota – Él tiene una razón detrás de esto.
1 Pedro 1:6-7. “Ahora un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas”. Nos gusta disfrutar de las cimas de la montaña, pero ahí no es donde edifica la fe. La fe se edifica en los valles de la vida. Cuando todo está bien y magnifico, realidad no necesita a Dios. Pero cuando se encuentra cara a cara con un valle oscuro, se pone de rodillas. La fe se fortalece en los valles. Cuando no tiene deseos de servir a Dios, confiar en Él y alabarle... entonces es cuando su fe es probada. No en los momentos buenos de la vida, sino en los valles.
Dios quiere formar su carácter. Él está más interesado en su carácter que en su comodidad o conveniencia. El propósito de Dios para su vida no es solo que esté cómodo. Quiere edificar su carácter. Está más interesado en su santidad que en su felicidad. La santidad perdura, la felicidad no. De cualquier modo, la felicidad se deriva de la santidad.
¿Acaso Jesús estuvo exento del sufrimiento? Claro que no. ¿Por qué piensa que usted lo estará? ¿Pasó Jesús por momentos de soledad? Sí. ¿Los pasará usted? Sí. ¿Fue Jesús tentado a desanimarse? Sí. ¿Lo será usted? Claro que sí. ¿Por qué piensa que va a ser diferente? Va a atravesar valles, Dios quiere edificar su carácter. No es un accidente. ¿Propicia Dios los accidentes o las tragedias? No. Dios no los produce. Dios es un Dios bueno y no puede causar mal. Él no puede hacer lo malo. ¿Puede usar Dios los accidentes y las tragedias para bien? Claro que sí. Él puede usar el mal que otros nos hacen, y convertirlo en bien al formar el carácter en nosotros.
¿QUÉ DEBE HACER CUANDO PASA POR VALLES OSCUROS?
David dice: “No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.”
1. DE NINGUNA MANERA TE DESANIMES
“No temeré mal alguno.” David dice “No voy a tener miedo. Voy a caminar con calma por el valle.”
Rehúse el desánimo. No puede rodear el valle. No puede pasar por debajo del valle. Sólo puede pasar a través del valle. Aquí nos dice “No temeré mal alguno” Esto requiere una decisión. Implica hacer una decisión. No tendré miedo.
Si usted está desanimado esta mañana, es porque usted escogió estar así. El desánimo es siempre una elección. Siempre. No tiene que escoger estar desanimado, pero está escogiendo pensar en pensamientos que le desaniman. Está escogiendo no ver a Cristo y las cosas positivas.
¿Cómo escojo no desanimarme? Centrándose en el poder de Dios y no en su problema. Así es como se hace. Puede escoger a dos personas y ponerlas en la misma situación - caos, tragedia, crisis – uno de ellos se desbaratará, y el otro saldrá fortalecido. La diferencia estriba en cuál es su enfoque. Usted no debe enfocarse en sus circunstancias, sino en Cristo. No en la situación, sino en el Salvador. No en su problema, sino en el poder de Dios.
Colosenses 1:11 “Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad”.
2. RECORDAR QUE DIOS ESTA CONMIGO
David dijo, “Tú estás conmigo, tú estás conmigo siempre.” Dios no solo promete su poder en el valle, promete también su presencia. Nunca pasará por un valle en esta vida solo. Nunca pasará un día oscuro solo. Dios ha dicho: “Yo estaré contigo.”
Isaías 43:2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. No vas a hundirte, quemarte o morir. Dios dice, Yo estoy contigo. Estará contigo a cada paso en el valle. Dios dice que no hay nada que temer cuando Jesús está cerca. Dios no está sentado en el cielo viendo hacia abajo y diciendo, “Espero que lo logre” Él está con usted en el valle, caminando con usted, tomado de su mano. Dios dice, Yo te guiaré a través de esto.
3. YO CONFIO EN LA PROTECCIÓN Y DIRECCIÓN DE DIOS
La vara y el cayado son dos herramientas básicas que el pastor usaba para proteger y guiar a sus ovejas. Los pastores eran muy hábiles para aventar la vara, como si fuera un misil, contra cualquier cosa que atacara a sus ovejas. Dios está diciendo, “Cuando pasas por el valle, yo te defiendo y te protejo.” La vara de Dios te protegerá. Cuando pasa por el valle, el oscuro valle de la vida, Dios no se encuentra sentado en el cielo apático y desinteresado. El Buen Pastor pelea por usted. Mientras lucha por su vida en aquella depresión, Dios pelea por usted. Está luchando contra los poderes espirituales. Es su defensor y protector. Esto es lo que representa la vara.
El cayado infunde aliento. El cayado es un palo largo que termina en curva. El pastor usa el cayado para guiar y consolar. Usa el cayado para atraer a la oveja hacia sí. Usa el cayado para levantar a la que está caída. Acerca a las ovejas con el cayado. Usa también el cayado para guiarlas. Cuando pasa por el valle no está solo. Dios está con usted y usa la vara y el cayado para protegerlo y guiarlo.
Cuando usted pasa por los valles de la vida lo que le asusta son las sombras- En la oscuridad sólo ve las sombras en las paredes del valle al pasar por el cañón. Se pregunta, ¿cómo voy a lograrlo? Algún día puede aparecer una sombra en su vida. De esto puede estar seguro. Va a experimentar unos momentos de sombra. Cuando eso sucede debe recordar tres cosas importantes sobre las sombras:
1. Las sombras siempre son más grandes que la realidad. El temor es siempre mayor que el problema en sí.
2. Las sombras no le pueden hacer daño. ¿Alguna vez lo ha atropellado una sombra? Las sombras son imágenes sin sustancia. Lo espantan, pero no lo lastiman. Solo son sombras.
3. No existe ninguna sombra si no hay una luz en algún lado. Al pasar por un valle oscuro piensa que el sol ha dejado de brillar. Dios ha muerto, estoy solo. No puede ver y piensa que la oscuridad es total. Pero siempre que hay una sombra quiere decir que en algún lugar hay luz. Cuando las sombras del valle oscuro de la vida lo empieza a asustar, dé la espalda a la sombra y vea directamente hacia la luz y la sombra desaparecerá. Cuando sienta miedo no vea la sombra. Vea al lado contrario y vea la luz y la sombra estará detrás de usted. Jesús dijo, “Yo soy la luz del mundo.”
Sal. 34:19, “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová”.
Los cristianos tienen desilusiones. Los cristianos se enferman. Los cristianos experimentan tragedias. Los cristianos pierden seres queridos. Los cristianos tienen problemas económicos. El pueblo de Dios tiene problemas familiares. Los creyentes pasan por los valles como todos los demás. Pero hay una diferencia, una gran diferencia.
La diferencia es que aunque los creyentes y los no creyentes pasan por los mismos valles de la vida, la diferencia para el cristiano no es la ausencia de sombras sino la presencia del Pastor Dios con usted.
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