jueves, 5 de enero de 2017

¿¿¿CÓMO SE SI ES DIOS QUIEN ME HABLA??? (PRIMERA PARTE DE TRES)






Si Dios me da ideas, inspiración, ¿cómo sé yo cuándo proceden de Dios? ¿Cómo sé que no soy yo hablándome a mí mismo? ¿Tú no haces eso a veces? A mí me gusta hablarme a mí mismo. Me resulta muy fácil confundir mis propios deseos con la voluntad de Dios. La Biblia dice que Satanás nos puede hablar. Podemos leer cosas que se quedan en nuestra cabeza y pensamos que es Dios, ¿cómo sabemos si es realmente Dios? Esto no sería tan importante si lo único que quieres es decidir a qué restaurante ir después de la iglesia. Pero si se trata de algo como, con quién te casarás o un importante cambio de carrera, es asunto serio. Debes oír a Dios. Dios te quiere hablar. Entonces, ¿cómo sé cuándo es realmente Dios que me está hablando?

1 Juan 4:1 dice: "No crean siempre todo lo que escuchan, sólo porque alguno diga que es un mensaje de Dios; ¡primero pónganlo a prueba para asegurarse de que realmente es así!"

La Biblia dice que debemos aprender a distinguir la voz de Dios. Debemos distinguir si realmente es Dios o no.
Les voy a dar siete maneras de probar una inspiración o idea. Siete maneras de saber si es realmente Dios quien te está hablando o no. Son todas un filtro y están interrelacionadas. No puedes mirarlas y luego escoger una. Si una inspiración no pasa cada una de estas siete pruebas, es seguro que no viene de Dios. Queda descalificada.

Por otro lado, si aplicas estas siete pruebas a la idea o inspiración que recibiste y las pasa todas, puedes tener la absoluta certeza de que es Dios quien te ha hablado.




PRIMERA PRUEBA ¿CONCUERDA CON LA BIBLIA?

Dios nunca contradice Su palabra escrita. Dice en Lucas 21:33: “El cielo y la tierra pasarán pero mis palabras nunca pasarán”. Dios nunca pide a nadie que quebrante nada de lo que hay en este libro. Nunca. Dios nunca te pide que ignores o desobedezcas nada de lo que hay en este libro.




Dios nunca le pide a nadie que haga algo que no es consecuente con lo que Él ya dijo. Casi toda la voluntad de Dios para tu vida ya está aquí en este libro. Ni siquiera necesitas orar al respecto.
Debes hacer lo que dice y punto. Si alguien me pregunta: “¿Usted ora respecto a levantarse a la mañana e ir a la iglesia?” No, no oro por eso. Me levanto, no más. No oro con respecto a mi diezmo, lo doy. No oro sobre si debo hablarle a otros de las buenas nuevas, lo hago y basta. Porque está en la palabra de Dios. Cuando uno edifica su vida sobre este libro, hace las preguntas correctas. Si no edificas tu vida sobre este libro, vas a errarle a la voluntad de Dios muchas veces.
Así que el primer paso es verificarlo. Es mejor memorizar la Biblia, así Dios te trae esos versículos a la memoria.




SEGUNDA PRUEBA ¿ME HACE PARECER MÁS A CRISTO?

Dice en Filipenses 2:5: "Tengan la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo". Jesús es el modelo por el cual medimos todo lo que hacemos. Dios dice muy claramente en la Biblia que Su meta para ti es hacerte más como Jesús. No para que seas un dios, sino para que seas más como Dios, más santo; que tu vida tenga fortaleza moral y fortaleza de carácter, que tengas amor, gozo, paz, paciencia, todas las virtudes que poseía Jesús. Dios nunca te pediría que hagas nada que lo contradiga o que sea un estorbo para que alcances esa meta.

En Santiago 3:15 hay una demostración práctica de lo que es ser como Cristo: "Pero si tenéis celos amargos y ambición personal en vuestro corazón, . . esta ‘sabiduría’ no es la que viene de lo alto . . .” En otras palabras, sabemos que una idea no proviene de Dios si ocasiona amargura, envidia o ambición egoísta. Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía”.

Su sabiduría ama la paz. Las ideas que vienen de Dios fomentan armonía, no conflicto. Si te viene una idea que va a fomentar conflicto, probablemente no es de Dios. Su sabiduría es considerada. Debes pensar cómo le va a afectar a los demás esta idea. ¿Los va a lastimar o dañar? ¿Los va a edificar o a destruir? ¿Los va a animar o desanimar?
La Biblia dice que la idea que es genuinamente de Dios es considerada; considera la forma de pensar de los demás. Muchos dicen: “Dios me dijo que hiciera tal cosa” y pisotean a todo el mundo y no les importa si le causan daño a alguien, porque “Dios les dijo que lo hicieran”. Dios no les dijo que hicieran algo así.

La sabiduría de Dios es sumisa. Cuando es Dios quien te habló no actúas de modo arrogante ni te jactas de que te haya hablado. Algunos creen haber escuchado a Dios pero su forma de comportarse demuestra que no fue así porque son santurrones, egocéntricos, y siempre van por ahí humillando a los demás.

La sabiduría de Dios es misericordiosa. Si verdaderamente es de Dios, la idea te va a hacer más amable con los demás, no más crítico. Si escucho a Dios y eso me hace más crítico de la otra gente, y humillo a otros, y estoy siempre diciéndoles qué hacen mal y criticándolos, no oí a Dios.

Esa no fue la manera de vivir de Jesús. Jesús es nuestro modelo.
Hazte esta pregunta: ¿Jesús haría esto? En primer lugar, ¿Concuerda con la Biblia? Segundo,¿Me hace más parecido a Cristo? ¿Jesús haría esto?

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