La humildad no es temer. No es ser tímido o apenado. No es ser débil o cobarde. La humildad no es falta de confianza. No es inseguridad. La humildad definitivamente no es tener una baja opinión de mí mismo. Jesús era muy humilde y Él no tenía una baja opinión de sí mismo. La humildad no es ser alguien pasivo que todo lo aguanta. La humildad no es tener poca autoestima. La humildad no es ponerse a uno mismo por el suelo todo el tiempo, diciendo cosas como, "Yo no sirvo para nada. No soy nada. Jesús nunca se criticó así, y no obstante, fue la persona más humilde que jamás vivió. Él nunca se menospreció.
La humildad requiere cantidades enormes de valentía. La humildad requiere confianza en uno mismo. Requiere una autoestima muy alta. Requiere estar muy seguro de uno mismo. De hecho, la gente insegura no puede ser humilde. El orgullo es siempre el encubrimiento de la inseguridad. La inseguridad nos hace hablar arrogantemente. Hace que nos preocupemos de lo que la gente piensa de nosotros. Es la inseguridad lo que nos hace ser supercríticos y nos hace actuar como jueces de otra gente. Es la humildad lo que está conectado con la confianza. Jesús fue capaz de ser humilde porque Él sabía exactamente quién era.
Dios hace más promesas acerca de la humildad que acerca de cualquier otro tema excepto tal vez la generosidad. Aquí, unas cuantas.
Dios salva al humilde. Dios apoya al humilde. Dios promete guiar al humilde. Dios le da sabiduría al humilde. Dios rescata al humilde. Él promete exaltar al humilde. Una y otra vez Dios dice "Te honraré, si eres humilde". Con la humildad viene el honor. Por otro lado, Dios odia el orgullo. "Hay siete cosas que Dios odia..." Y la cosa número uno es el orgullo. Fue el orgullo lo que hizo que Satanás fuera expulsado del cielo.
Pero Dios ama la humildad. De hecho, la Biblia dice esto en Isaías 66:2, "Las personas que más atesoro son los humildes. Ellos dependen de mí." Dios dice, "Yo atesoro la gente que tiene un espíritu genuino y real de humildad."
Porque la humildad es una parte del amor -el amor es humilde- la Biblia nos enseña que la humildad es algo que usted hace. Es una manera de pensar y es una manera de actuar. No tiene nada que ver con sus sentimientos. La humildad es una manera de actuar. Es algo que se hace. Es una manera de pensar. Y debido a eso, como el amor, la humildad es una escogencia. Usted escoge ser humilde.
¿Qué es la humildad? No es pensar menos de usted mismo. Es pensar y actuar en el interés de otros en lugar del suyo. La humildad no es ponerse por el suelo diciendo, "No sirvo para nada. No soy nada." No es pensar menos de uno mismo. La humildad no es no pensar en uno del todo. La humildad significa enfocarse en otros. Usted está tan interesado en otros que ni siquiera está pensando en "¿Qué es lo que le voy a sacar a esto?" Entonces, no es pensar menos de sí mismo.
Ésta es una escogencia y es algo que todos podemos hacer. Es algo que puede practicar. 1 Juan 3:18 dice, "No sólo hablemos acerca del amor, practiquemos el amor verdadero
La Biblia dice que el amor y la humildad son algo que puede practicar. Hoy vamos a hablar acerca de cuatro formas prácticas en las que usted puede practicar la humildad. Algunos de ustedes pueden que estén pensando, "No necesito este mensaje." Si piensa así, usted lo necesita más que nadie.
Vamos a echarle un vistazo a cuatro tipos de orgullo que normalmente no notamos y algunas maneras en las que podemos practicar la humildad.
1. PRACTIQUE DAR LA PREFERENCIA A OTROS.
Piense en situaciones en su vida en las que le es difícil dar la preferencia a otra persona. Dejar que otro sea primero.
Esto es lo que la Biblia tiene que decir acerca de esto. Romanos 12:10 dice, "Con respeto, den la preferencia los unos a los otros."
Filipenses 2:3-8, "No se empujen hasta el frente... Pónganse a un lado y ayuden a otros a que tomen la delantera. No se obsesionen con solo aventajarse. Olvídense de ustedes mismos por un momento para echar una mano. Piensen en ustedes de la misma manera que Jesús pensó en sí mismo. Él era Dios... pero él tomó la posición de un esclavo... un proceso increíblemente humillante. El no pidió privilegios especiales. En lugar de eso, él vivió una vida obediente y sin egoísmo..." Piense en la vida humilde que Jesús vivió, viniendo del cielo a la tierra, naciendo en un establo. En el fin de semana cuando estaba haciendo su entrada pública a Jerusalén, la mayoría de los eruditos bíblicos de ese día pensaban que el Mesías entraría triunfalmente como un militar victorioso, tal vez cabalgando un garañón blanco. En lugar de eso, el Hijo de Dios escogió entrar a la ciudad montado sobre un asno. Y después murió la muerte de un criminal. ¿Por qué? Porque en su muerte, usted y yo recibimos la oportunidad de tener vida. Jesús nos prefirió a nosotros antes que a sí mismo.
Otro modo en el que les podemos dar la preferencia a otros es oyendo más y hablando menos. Santiago 1:19 dice, "Sean rápidos para oír, lentos para hablar y lentos para enojarse". Hacemos al revés las dos primeras. Somos lentos para escuchar pero rápidos para hablar.
2. LA SEGUNDA MANERA QUE PUEDE PRACTICAR LA HUMILDAD ES APRENDER DE OTROS.
Estar abierto a las sugerencias de otros, estar abiertos a la corrección de otros, estar abierto aún a la crítica. Este es un componente crucial de la humildad. Parte de la humildad es tomar la postura de un aprendiz, estar dispuesto a oír y a aprender, estar dispuesto a crecer, estar abierto a las sugerencias y a las correcciones de otra gente. Uno no piensa que lo sabe todo. Uno no actúa como que si lo sabe todo.
¿Por qué debería de hacer esto? ¿Por qué debería de estar abierto a la crítica? ¿Por qué debería de estar abierto a la corrección de la gente a mí alrededor? Existen tres razones muy buenas.
Uno, será muy atractivo. La Biblia dice en Proverbios 15:12, "A la gente engreída no le gusta ser corregida y nunca piden consejos". Lo digo otra vez, la raíz del orgullo es la inseguridad. "Tengo temor de que se dará cuenta que en realidad no sé mucho." Pero será más atractivo si no es orgulloso, si está abierto a ser enseñado.
Dos, si está abierto a la corrección de otra gente será más sabio. Proverbios 15:32 dice, "Si rechazas la crítica, solo te dañas a ti mismo; pero si escuchas la corrección, creces en el entendimiento." El que es humilde siempre está aprendiendo porque está abierto a la corrección. Todos somos ignorantes, sólo que en diferentes temas. Usted sabe algunas cosas que yo no sé, y yo sé algunas cosas que tal vez no sabe.
Tiene que decidir si quiere ser sabio o si quiere aparentar ser sabio. Si quiere aparentar ser inteligente, entonces no puede dejar que nadie sepa que no sabe. "Todos los líderes son aprendices. En el momento que deja de aprender, deja de ser líder." Es una de las cualidades claves del liderato. Uno nunca deja de aprender y de crecer. Usted se mantiene abierto, se mantiene con una postura de aprendiz. Si tiene un negocio -un negocio que prospera necesita un dueño que está creciendo, un ejecutivo que está creciendo. En el momento que deja de crecer, su negocio deja de crecer. Tiene que mantener la postura de alguien que quiere aprender más. Proverbios dice, "La gente inteligente siempre está buscando nuevas ideas. De hecho, están abiertos a ellas y las están buscando todo el tiempo". Usted mira a su alrededor y dice, "¿Qué más me pueden enseñar? ¿Qué más puedo aprender?" Será más sabio si está abierto a la corrección.
Tres, tendrá menos conflicto. Tendrá menos conflictos si está abierto a la corrección de otros. Proverbios 13:10 dice, "El orgullo sólo produce las discusiones." Cada vez que se mete en una discusión, puede estar seguro que el orgullo está manifestando su horrible presencia. Cada vez que lo critiquen, Dios lo está probando. La crítica es siempre una prueba de su humildad. Puede contar con ello. Cada vez que es criticado, Dios está probando su humildad para ver si va a responder defensivamente, ofensivamente o humildemente.
Por otra parte, Me pregunto cuántas esposas que se sienten solas están sentadas en este auditorio este momento. O esposos que se sienten solos. O hijos que se sienten solos. O abuelos se sienten solos. Porque en nuestro orgulloso deseo de hacer más, de obtener más y de ser más o de tener más y llevar a cabo nuestros planes y nuestras agendas, las personas son puestas en la periferia, las personas que deberíamos de estar amando. ¿A quién necesita ir esta semana y hacerle la pregunta, "¿Qué es lo que hay de malo en mi vida?"?
¿Tiene agallas para hacer esto? La humildad no es para cobardes. No es para debiluchos. No es para gente pasiva y con poca autoestima -gente insegura. Se requiere valentía ser humilde, confrontar los problemas, aguantar la crítica, y decir, "Sé de lo más honesto conmigo. Dime dónde es que estoy mal en mi vida." Tiene la valentía de ir a esa persona que lo conoce muy bien y preguntarle, "¿Qué es lo que está fuera de orden con mi agenda? ¿Qué es lo que está fuera de orden con lo que considero importante? ¿En mi vida? ¿Qué prioridades están fuera de orden? ¿Qué es lo que está mal?" Se necesita una valentía enorme para ser humilde. ¿A quién necesita preguntarle?
En muchas maneras, Dios quiere que seamos como niños. No que seamos infantiles, pero en lo que respecta a la humildad, Dios quiere que seamos como niños, Porque los niños están abiertos a ser enseñados. Están abiertos a aprender, están deseosos de aprender. No están a la defensiva. Usted puede humillarse o puede vivir en una negación arrogante y orgullosa. Es su escogencia.
3. PRACTIQUE ADMITIRLO CUANDO ESTÁ EQUIVOCADO.
La Biblia habla acerca de esto. Proverbios 28:13 dice, "El hombre que rehúsa admitir sus errores nunca puede tener éxito. Pero si los confiesa y los abandona, recibe otra oportunidad." No conozco su pasado. Algunos de ustedes pueden que hayan crecido en hogares donde nunca oyeron decir, "Lo siento". Nadie nunca dijo, "Estoy equivocado." Entonces ahora estamos imitando ese comportamiento. Por alguna razón creemos que si la gente llega a saber que somos menos que perfectos, que nuestra estima en sus ojos se disminuirá. ¿Sabe qué? Ya saben que no es perfecto.
El primer paso hacia la sanación de relaciones siempre comienza con la humildad. Santiago 5:16 dice, "Hagan de esto una práctica frecuente." El hecho es que podemos escoger ser humildes y podemos practicarlo y llegar a ser buenos a esto. "Hagan de esto una práctica frecuente: confiesen sus pecados los unos a los otros y oren los unos por los otros a fin de que vivan sanados y en plenitud...".
4. LA CUARTA MANERA EN LA QUE PUEDE PRACTICAR LA HUMILDAD VALEROSA ES ENTREGAR SUS PLANES A DIOS.
Esto es lo que usualmente hacemos. Hacemos nuestros planes sin ni siquiera consultar con Dios. Después oramos y le pedimos a Dios que bendiga nuestros planes que hicimos sin tomarle en cuenta. Eso se llama orgullo. Dios odia el orgullo. Él toma muy en serio el orgullo.
Santiago 4:6-7, "Dios se opone a cualquiera que es orgulloso, pero le da gracia a todo aquel que es humilde."
Definitivamente no quiero ser oponente de Dios, porque absolutamente no hay manera que vaya a ganar esa batalla. La Biblia dice que cuando me pongo orgulloso, Dios no está solamente un poquito irritado conmigo. Él se opone a mí en ese mismo instante.
¿Qué significa entregarse y entregar sus planes a Dios?
Romanos 6:13 dice, "Entreguen todo su ser a Él para que sean usados para sus justos propósitos." Entregarse significa, "Dios, me voy con tus planes para mi vida, no los míos. Dios, tengo planes, tengo sueños, tengo metas, tengo ambiciones pero sé que me pusiste en esta tierra por una razón, con un propósito, y Dios, voy a escoger intencionalmente tu plan para mi vida en lugar del mío. Sé que no me lo revelarás de un solo. Vendrá poco a poco a su tiempo, por lo tanto voy a tomarlo paso a paso pero quiero tu plan, no el mío." Esa es la humildad. A eso se le llama ser humilde, entregándole sus planes a Dios.
Ya viene la Navidad. ¿Ha pensado por qué de todas las mujeres del mundo Dios escogió a María para que fuera la madre de Jesús? Él escogió a una muchachita campesina para que fuera la madre del Salvador del mundo. ¿Por qué? Porque la actitud de María fue una de total humildad. Ella estaba dispuesta a hacer todo lo que Dios quisiera. María le dijo al ángel, "Que así sea. Soy la sierva del Señor. Soy su sierva. Lo que sea que Él quiera hacer con mi vida está bien conmigo." Esto es lo que significa entregarle sus planes a Dios. Esto es ser humilde. Esto es lo que se llama morir a uno mismo.
¿Ha hecho esto? ¿Ha tomado esta decisión? ¿Ha llegado a ese punto en su vida en el que dice, "Dios, ya no voy a seguir mi plan? Me voy totalmente con tu plan para mi vida. No sé qué cosa es, pero ya firmé mi nombre en la parte baja de esta página en blanco y te digo, 'Sí, Señor. Cualquier cosa con la que quieras llenarla, está bien conmigo.'" Esto es entregarle sus planes a Dios.
¿Sabían que la palabra "humor" y "humildad" y "humanidad" y "humano" vienen todas de la misma raíz latina? La humildad es cuando toma a Dios en serio, y no se toma a usted mismo muy en serio. Necesita más humor acerca de usted mismo. La mayoría de nosotros hacemos exactamente lo opuesto. Nos tomamos a nosotros mismos demasiado en serio. Somos tan arrogantes y pomposos, que no tomamos a Dios lo suficientemente en serio. Dios dice, "Haz exactamente lo opuesto. No te tomes a ti mismo muy en serio. Ten un poquito de humor acerca de ti mismo, pero sí tómame a mí muy en serio."
La humildad es en realidad aceptar su humanidad. No es ponerse a usted mismo por el suelo, maltratándose diciendo, "¡No soy nada! ¡No valgo nada!" Es darse cuenta de que es un manojo de ambas fuerzas y debilidades. Es ser simplemente honesto acerca de su humanidad. Usted tiene grandes fortalezas y también tiene grandes debilidades. No es negar sus fortalezas; es ser honesto acerca de sus debilidades. El orgullo está siempre basado en una falsa evaluación de usted mismo. Usted se da cuenta que tiene limitaciones. La humildad comienza con la verdad.
La humildad es el antídoto de la tensión nerviosa. La humildad es la clave. Cuando se llena de orgullo, se llenará de tensión nerviosa. Con más humildad, se sentirá menos tenso. ¿Por qué? Jesús dice esto, "Tomen mi yugo sobre ustedes." ¿Qué es un yugo? Probablemente no creció en una finca. Un yugo es una doble pieza de madera bajo la cual se amarran dos bueyes para jalar una carreta. Es un pedazo de madera que junta a dos animales. El propósito del yugo es siempre hacer que la carga sea más liviana, hacer que la carga sea más fácil de mover. Tiene a dos bueyes jalando una carreta llena de granos en lugar de uno.
Éste es un simple símbolo de dos cosas. Primero es un símbolo de asociación. Jesús dice, "Si te unes a mí, si te conectas conmigo, si pones mi yugo sobre ti, te ayudaré a jalar la carga." Nunca fue la intención de Dios que viviera su vida jalando su carga por su cuenta. Jesús dice, "Pon mi yugo sobre ti. Es fácil. Es liviano." Y le ayuda a jalar la carga. Cuando quiera que sea que está tratando de jalar la carga por su cuenta, sentirá tensión. Por lo tanto, tiene que humillarse.
También es un símbolo de control. Cuando pone un yugo sobre dos animales, tienen que ir en la misma dirección y tienen que ir al mismo paso. Jesús dijo, "Si pones mi yugo sobre ti, entonces yo le daré dirección a tu vida, y yo marcaré el paso de tu vida, y no sentirás tensión." Él dice, "Mi yugo es liviano." Muchos de ustedes están pensando, "Mi yugo no es liviano. Tengo una agenda pesada. ¿Es su vida una carga pesada? Entonces es su yugo y no el de Dios. Está siguiendo sus propios planes para su vida -los que Dios no programó para usted- en lugar de Sus planes.
La humildad es entregar el control de su vida a Dios su creador que lo hizo. Ese es el máximo acto de humildad. "Dios, tú da las órdenes. Eres el encargado. Me pongo bajo tu yugo. Me estoy conectando contigo." Cuando hago esto, mi tensión nerviosa se comienza a disminuir.
Puede que usted todavía se haga ilusiones de que está al mando de su vida. Pero un día recibirá un pequeño piquete de insecto -algo pequeñito pasará con sus finanzas o su familia o sus relaciones o su salud o su profesión, y se va a hacer muy grande y muy grande y muy grande y muy grande hasta que finalmente sea confrontado con el hecho de que usted no es Dios. Y que no está en control de su vida. Y que la cosa más segura y sólida que debe hacer es entregarse a su creador y decir, "Jesucristo, tú toma el volante. Tú sé el encargado. Tú toma las riendas. Tú sé el director, el jefe ejecutivo de mi vida." Sinceramente deseo que no se espere hasta que esto ocurra para que se humille ante Dios.
Oración:
Dios amado, quiero ser la clase de persona humilde que bendices. Admito que muy seguido hago las cosas en egoísmo y orgullo y preocupado por lo que otra gente pueda pensar de mí. Te pido que me ayudes esta semana a practicar estos hábitos de la humildad. Ayúdame a darles la preferencia a otros -sus necesidades, sus intereses. Ayúdame a que no siempre las cosas salgan a como quiero y que se haga lo que digo. Ayúdame a estar abierto a la corrección y a la crítica. Ayúdame a admitirlo cuando estoy equivocado. Hoy te entrego toda mi vida y mis planes. Quiero tu voluntad para mi vida. Ayúdame a tener una verdadera apreciación de mis fuerzas y de mis debilidades. Jesucristo, te entrego las riendas de mi vida. Te pido humildemente que seas el director de mi vida. Quiero depender de ti, de hoy en adelante. Te lo pido en tu nombre. Amén.
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