Es el anhelo de Dios que sus hijos sean maduros y completos en todas las cosas. Que cada uno alcance la meta para la cual fue creado; ser como Jesús, él es nuestro modelo de madurez, nuestro ejemplo de perfección.
Si queremos más de la unción, más de la gloria del Padre, más del Espíritu Santo, necesitamos más madurez, más crecimiento, para saber administrar lo que Dios nos da y ser de bendición a muchos.
Nombro a continuación las señales principales del maduro y del inmaduro, esperando que seas sincero en tu vida para reconocer las cosas que HOY deben morir para siempre.
1. EL INMADURO BUSCA RECIBIR EN TODO Y POR TODOS
Es una persona que piensa siempre en «yo quiero., «a mí me viene bien», «me gustaría». No sabe lo que es dar, regalar, sembrar. Piensa «sólo yo y nadie más que yo»; «que me llamen», «que me ayuden», «que me bendigan», «que me saluden», «que me enseñen», «que me digan”
Así entonces toma una actitud pasiva, quieta, ya que siente que tiene el derecho de pedir, de exigir, de demandar. Si no lo saludan no saluda, si no lo llaman, no llama, si no lo bendicen, no bendice. Por eso el inmaduro termina siendo avaro, egoísta y mezquino. Dice Deuteronomio 15:10
EL MADURO BUSCA DAR
Busca dar, sembrar, sabe que en el dar está la bendición, el crecimiento. Es activo, sale a bendecir, a
Saludar, a llamar, a ayudar. Sabe que cuando da, Dios le da, que cuando siembra, cosecha en la misma proporción; sabe que cuando bendice, alguien crece en el reino de Dios. Dice como lema en su vida «de lo recibido de tu mano doy. (1Cronicas 29:14). Sabe lo que dice Proverbios 21:26 «que el justo da y no detiene su mano., que el que «da al pobre no tendrá pobreza. (Pr. 28:27). El maduro sabe que lo que tiene vino de Dios y porque de gracia recibió de gracia da (MI. 10:8). Así como Dios nos da todas las cosas en abundancia nos manda a ser maduros e imitarlo.
2. EL INMADURO SE COMPARA CON TODOS Y COMPARA A TODOS
Se compara con el más cercano, compara su sueldo con el del otro, compara su vestimenta con el del otro, compara su capacidad intelectual, su casa, sus dones, su ministerio, su tarea, su trabajo, su pareja. Generalmente se compara con quien sale perdiendo es decir con alguien más capaz, más lindo, más rico. Dice: Ella se casó a los 23 yo a los 32.... El ya compró la casa y yo no tengo para el alquiler...» «A él le aumentaron el sueldo y a mí me echaron del trabajo....
Si pudiese resumir en una frase la comparación seria: «A ti… en cambio yo...»
También se compara con otros y eso le hace sentirse superior: tengo más unción, tengo más dinero, tengo mejor pareja, tengo más dones. También el inmaduro compara uno con otro, compara un Líder con otro; Luego que compara sutilmente envenena a quien ve; le dice; «Qué liderazgo espectacular que tiene x; bueno, también hace todo lo posible para sobresalir...'
Es decir trata de hacer sentir menos a quien recibe dicho mensaje y de mostrar que el que es «superior» lo es por métodos no espirituales. Otra variante es: «Qué buen líder que es Pepe, qué pena que no te da lugar a ti. Que no te saluda o que no te bendice como tú lo haces con él.»
«Por qué Pepe tiene más gente que tú, si tú tienes la misma capacidad...?,
Así el inmaduro no está sino por la envidia, por los celos, por la competencia,
Por eso, la ENVIDIA es la hija de la comparación, el inmaduro vive muerto en su envidia, vive muerto celando y anhelando lo que tienen los demás. Los celos son su motivación para hacer las cosas.
EL MADURO NO SE COMPARA NI PERMITE SER COMPARADO CON NADIE
Dice Filipenses 1:15: «Algunos a la verdad, predican a Cristo por envidia y pelea; pero otros de buena voluntad.'
Los maduros saben que Cristo en su tribunal de premios juzgará con el fuego de sus ojos toda Motivación en TODO lo que hemos hecho.
El maduro sabe que tiene su capacidad dada por Dios, que es distinta a la del otro, sabe que no debe «querer tener la del otro», sino aumentar la que tiene, potenciar la que Dios le dio, El maduro sabe que no es «Messi”, sino un jugador importante que va a hacer lo que nadie jamás podrá hacer porque es único e irrepetible, porque no hay otro, porque esa capacidad dada por Dios y esos dones tienen el sello personal en esta tierra. Así vive contento, no se compara ni deja que nadie lo envenene, El maduro sabe el lenguaje del apóstol Pablo, que uno es mano, otro ojo, otro pie pero todos juntos somos más y que todos unidos somos la esposa de Cristo.
Pablo decía en 2 Corintios 10:12: «Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos
Con algunos que se nombran a Sí mismos; pero ellos midiéndose a Sí mismos por Si mismos y
Comparándose consigo mismos, no son juiciosos.»
Pablo no se compara con nadie y dice que él lo que hace, en vez de mirar lo que hacen los demás, es ver si está haciendo lo que Dios le pidió que haga.
3. EL INMADURO TRATA DE AGRADAR A TODOS
El inmaduro busca el reconocimiento. Lo necesita, como el alcohólico busca el alcohol. Es la droga que calma sus inseguridades. El inmaduro buscará agradar a todas las personas que se le acerquen, Aquellos que le quieran quitar este reconocimiento, serán blanco de sus agresiones y descalificaciones.
Como no ha sido sanado en su interior, todavía tiene la necesidad compulsiva de ser amado y aceptado, por eso el inmaduro en el lugar en el que se encuentre, estará llamando constantemente la atención.
Todo lo que hace tiene precio y lo quiere cobrar; ser reconocido, nombrado, mirado, querido, amado, Llamar la atención, sobresalir, etc.
EL MADURO BUSCA AGRADAR A CRISTO
Todos necesitamos ser reconocidos, estimulados, alentados, felicitados, pero no es una droga, no es
Compulsivo, no es que lo buscamos por carencia ni es nuestra motivación. El maduro busca agradar a Dios, encontrarse con El y buscar Su aprobación.
Gálatas 1:10 «Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios?, ¿o trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres no sería siervo de Cristo.'
En Efesios 6:6 dice: no sirviendo alojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios•.
4. EL INMADURO NO SE HACE CARGO DE NADA hay varias variantes de inmadurez en este aspecto:
- Está el que echa la CULPA a los demás: el inmaduro dice que no es responsable de sus actos, «yo no tengo la culpa de mi carácter, mis padres que me criaron así.; su vida no depende de él, sino que otros son los que tienen la culpa, otros son los que hicieron que él sea así. El inmaduro echa la culpa a todo el mundo de sus circunstancias, Así se intenta evitar toda responsabilidad que le corresponde a él dando excusas bien pensadas.
El inmaduro se especializa por «saber echar la culpa a quienes le rodean, sean sus padres, su pasado, sus amigos, etc. La racionalización le lleva a explicar todos sus males y desgracias como si no provinieran de él. El inmaduro trata de convencer a los demás que él no tiene la culpa de ser así y de lo que le pasa, por eso pide que los demás le acepten tal como es o que cambien ellos.
- Está el que pone EXCUSAS: tengo que estudiar., .tengo que preguntarle a mi esposa.
- Está el que POSPONE: «mañana empiezo a servir al Señor., «mañana empiezo a…», mañana...«más tarde.....
- Está el VICTIMA: .mis hijos no me dejan., .mi marido no me entiende. «Mi esposa me maltrata.;
Sufre porque el mundo es malo. Le llora a todo el mundo: «no tengo dinero». «No me entienden». «En esta iglesia no hay amor., etc.
- Está el MAGICO COMODO: ya que no se hace cargo que otro se haga cargo; .alcánzame la comida, cómprame el diario., .tráeme la ropa. Les pide a los demás lo que él mismo puede hacer. Por eso el apóstol Pablo dice en Gálatas 6:5:«cada uno llevará su propia carga”
No pidamos a los demás lo que nosotros podemos hacer, no esperemos que Dios haga lo que nosotros podemos hacer, dejemos a Dios lo imposible y a nosotros lo posible.
Por eso el inmaduro es mágico dice, «Señor dame trabajo... Pero no hace nada; espera cómodamente sentado y cuando no pasa nada, con su mejor cara de pucherito, se enoja con Dios y con todos.
El MADURO SE HACE CARGO DE SUS COSAS
Se hace cargo, mata las excusas, renuncia a posponer y hace ahora lo que puede hacer ahora, y toma la rienda de su propia vida y lucha por su bendición, pelea por su meta, batalla por su tierra prometida, Mata su espíritu de víctima, toma el espíritu de poder de amor y de dominio propio.
5. EL INMADURO 100% ES EMOCIONAL
Se deja manejar por lo que siente, si se siente cómodo ríe sin parar, si se siente mal llora y amarga a todos, impregna sus sentimientos en todos los que lo rodean. Es cambiante en su humor, tan sensible que si alguien no lo saludó se amarga por horas o días; Cuando tiene plata es feliz, cuando llegó al 20 del mes está amargado. Pasa de un estado afectivo al otro. Empieza algo y no lo termina, va
Por la mitad y ya está cansado, lo abandona. Dice Santiago 1:6: «pero pida con fe porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”
Una variante del inmaduro emocional es el emocional impulsivo. Es esa gente que dicen «yo digo lo que siento a quien sea y le canto las cuarenta a quien sea, soy así de directo». Es agresivo no acepta consejo de nadie y se pelea con quien pueda.
EL MADURO ACTÚA POR OBEDIENCIA
Es alguien con raíces profundas, no se maneja por las .circunstancias ni por el dinero que tenga en casa ni por lo que le dicta su corazón, se maneja por la Palabra revelada, la Palabra y el lagos que el Espíritu Santo plasmaron en su ser. Como ha meditado la Palabra, su conducta refleja los pensamientos de Dios. Tiene la mente de Cristo, piensa, siente y actúa conforme a las promesas que Dios le ha dado y cuando
«Siente» que no es así, cuando se le acaba el sentimiento activa la obediencia. Sabe que la obediencia purifica nuestras almas (1 P. 1:22)
6. EL INMADURO SE DEJA INTIMIDAR
Cree que humildad es dejarse pisotear, que perdonar es dejarse maltratar 70 veces 7. Siempre pide perdón de todo, siempre se siente culpable de todo. Es como Lea en Génesis 29 y 30 donde nos dice que Jacob trabajó siete años por Raquel, y cuando pasó este tiempo, le fue entregada no Raquel sino la hermana, Lea.
¿Qué hizo Lea? NADA, luego de casase sin amor, comenzó a darle hijos e hijos, Génesis 29:34. «...esta vez se me unirá mi marido conmigo porque le he dado a luz tres hijos...>.
En vez de encarar de frente su problema matrimonial lo tapó con hijos, tenía la magia de creer que los hijos unen a un matrimonio. Son esas mujeres que el marido les pega y no hacen nada, son estafados en sus trabajos y no hacen nada, creen que amar es aguantar una y otra vez las injusticias. Mucha de esta gente inmadura desarrolla un mecanismo de .perfeccionismo», el inmenso temor a las críticas y equivocaciones le lleva a pensar que de no hacer sus tareas en forma casi perfecta será el hazmerreír de quienes le rodean y además será abandonado por ellos.
EL MADURO EJERCE AUTORIDAD
Sabe quién es, con qué va y adónde se dirige. Tiene en claro que la autoridad de Jesús es su autoridad; tiene en claro que no se debe dejar pisotear por ningún demonio y amedrentar por ninguna circunstancia.
7. EL INMADURO SIEMPRE ESTÁ EN EL MISMO LUGAR
Tiene 5 años de creyente y todavía sigue siendo "alumno de la escuela dominical»; pasan los meses y los años y no crece, no avanza, siempre está en el mismo lugar quejándose o llorando por las mismas cosas. Cuántas veces nos ha sucedido de encontrarnos con cristianos que crecimos juntos en el ministerio de jóvenes y luego de años sin vernos uno ve que sigue tal cual la última vez que nos encontramos.
Dice Hebreos 5:12•14: «Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las Palabras de Dios; y habéis llegado a ser iguales a quienes tienen necesidad de leche y no de alimento sólido.
Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
EL MADURO CRECE PARA ARRIBA
Deja de ser niño, medita y absorbe la Palabra de Dios y avanza; cada vez tiene más dones, más ministerios, más Unción, más gloria, más logros, más servicio, más evangelismo, más ofrenda, más sujeción, más poder. Crece, avanza, inspira, toma lo último de Dios, devora, tiene hambre y su vida lo demuestra. No se conforma con lo que tiene, no sabe lo que son las palabras «tibieza» o «indiferencia»; su hambre voraz lo llevan a dejar todo y seguir al maestro cada día, cada mañana cada tarde y cada noche de su vida. A esta gente Dios les ha reservado el vino oculto.
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