domingo, 11 de septiembre de 2016

SUPERANDO DEFECTOS DE CARACTER






Todos tenemos heridas que nunca olvidaremos. Todos tenemos complejos de los cuales nunca nos vamos a deshacer. Todos tenemos hábitos que están arruinando nuestras vidas.
PARA QUE DIOS HAGA TODO CAMBIO QUE QUIERA HACER EN MI VIDA, ME SOMETO VOLUNTARIAMENTE A ÉL Y LE PIDO HUMILDEMENTE QUE REMUEVA MIS DEFECTOS DE CARÁCTER.
Romanos 12:1-2: “Ofrézcanse como un sacrificio vivo a Dios, dedicados a su servicio agradándole a él... y permitan que Dios les transforme internamente por un completo cambio de su mente”. La forma en que podemos ser transformados es permitiendo que nuestras mentes sean cambiadas.

¿DE DÓNDE PROVIENEN MIS DEFECTOS DE CARÁCTER?


De tres fuentes:
Fuente biológica. Sus cromosomas.
Algunos defectos se heredan. Cada uno de sus padres contribuyó con veintitrés mil cromosomas. Y, por lo tanto, usted heredó algunas de sus debilidades.
Heredó algunos defectos físicos, algunos defectos emocionales también. Esto explica su predisposición hacia ciertos problemas. Pero no es excusa al pecado. Puede que tenga una tendencia genética para ser
Dado a ciertas adicciones, pero eso no es una excusa para que vaya y elija ser un adicto.

Fuente sociológica: Sus circunstancias. Su crianza es otra fuente. Aprendió modelos y desarrolló hábitos. Aprendió de sus padres y de otras personas. Aprendió a responder a sus propias necesidades en ciertas formas y a protegerse, a manejar las heridas y el rechazo. Muchos de sus defectos son simplemente intentos contraproducentes para suplir las necesidades no satisfechas.

Fuente teológica. Sus elecciones. Si elige hacer algo por mucho tiempo, esto se vuelve un hábito. Una vez que es un hábito, usted está atrapado. Las cosas que nunca intentó desarrollar en su vida se desarrollan porque eligió hacer algo que se volvió un hábito.

¿POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL CAMBIAR LOS DEFECTOS DE CARÁCTER?


1. Porque los ha tenido con usted por mucho tiempo. Tomó años para que se formaran, por lo que tampoco los va a perder de la noche a la mañana. Así que de muchos de sus defectos usted simplemente dice: “Así es como soy” porque los ha tenido por mucho tiempo.

2. Porque se identifica con ellos. No sé por qué, pero a menudo confundimos nuestra identidad con nuestros defectos. Decimos: “Así es como soy”. Cuando usted dice: “Así es como soy”, está identificando su identidad con sus derrotas. Cuando hace esto, está estableciendo algo sobre usted mismo e identificándose con ese defecto, y esto se vuelve una profecía que llega a cumplirse.

3. Porque son una compensación. Cada defecto es una compensación. Es posible que disfrace nuestro dolor. Puede que sea una excusa para fallar. Quizás intentemos atraer la atención de los demás. A lo mejor nuestro defecto puede permitirnos controlar a otras personas.

4. Porque Satanás lo desanima. Satanás está constantemente sugiriendo pensamientos negativos. Él es el acusador. Dice: “Eso nunca funcionará, no puedes hacerlo, no puedes cambiar”. La Biblia dice que Satanás es un mentiroso. Y también dice que la verdad nos hace libres.

¿CÓMO PUEDO COOPERAR CON EL PROCESO DE CAMBIO DE DIOS EN MI VIDA?






La Biblia dice que sus pensamientos determinan sus sentimientos y sus sentimientos determinan sus acciones.
Si está en un barco y va hacia el este, el piloto automático dice este. Lo puede forzar a ir hacia el oeste, pero pronto se cansará y soltará el barco, porque él quiere regresar hacia el este. Está adaptado. Usted adapta el piloto automático para ir hacia el este. Lo puede cambiar, forzar el timón, y estar todo el tiempo bajo tensión porque por fuerza de voluntad va hacia el lado opuesto al que naturalmente está inclinado a ir. Pero pronto se cansará, soltará el timón y automáticamente el barco volverá hacia el lado original.

He aquí siete formas de cambiar su mente para que pueda cooperar con la manera en que Dios quiere cambiarle y hacer de usted lo que siempre ha querido ser.

1. Enfóquese en cambiar un defecto a la vez. Proverbios 17:24 (DHH) dice: “La sabiduría es la meta del inteligente, pero el necio no tiene meta fija”.

2. Enfóquese en la victoria un día a la vez. La vida por kilómetros es difícil, pero por metros es fácil. Usted toma un problema de toda la vida (esa herida, ese complejo, o ese hábito no lo obtuvo de la noche a la mañana) y lo rompe en pedazos que pueda morder y sobre los que pueda trabajar un día a la vez y obtiene la fuerza de Dios un día a la vez. Ora al despertarse por la mañana: “Señor, solamente por este día, quiero ser paciente; solamente por este día quiero ser positivo y no negativo”. Le pide a Dios que le ayude por una, o aún mejor, por las tres siguientes horas, a pensar en cosas buenas, a no tener miedo. Y tómelo poco a poco. Esto lo protege de hacer promesas a la ligera. Pídale un día a la vez. Si dice: “Prometo nunca volverlo a hacer”, está condenado a fallar. Un día a la vez. Hágalo poco a poco.
Por las noches, deténgase y agradezca a Dios por cualquier cambio o victoria, no importa cuán pequeño sea

3. Enfóquese en el poder de Dios, no en su poder ni en su fuerza de voluntad. Ya sabe que la fuerza de voluntad no es suficiente. Si la fuerza de voluntad funcionara, usted ya habría cambiado.
Eche su defecto a la basura y luego permita que Dios se lo lleve. La fuerza de voluntad no funciona. Confíe en el poder de Dios, no en el suyo propio. Él puede ayudarle a dominarlo.

4. Enfóquese en lo que quiere, no en lo que no quiere. Filipenses 4:8 dice: “Consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio”.
Enfóquese en las cosas buenas, no en las malas. Usted tiende a moverse hacia cualquier cosa en la que se enfoca. Su vida está dominada por aquello en lo que se enfoca. Si se concentra en lo malo, esto seguirá dominando su vida. Lo que tenga su atención, le tiene a usted.
No resista a las tentaciones, En lugar de resistir, la Biblia nos enseña a cambiar el enfoque. Enfóquese en lo que quiere y no en lo que no quiere.

5. Enfóquese en hacer lo bueno, no en sentirse bien. Gálatas 5:16 dice: “Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa”. Si hace lo correcto, sus sentimientos con el tiempo coincidirán con usted. Si espera hasta tener ganas de cambiar, nunca va a cambiar.
Por ejemplo, Si usted come en extremo, bebe o fuma, la primera vez que intente romper con ese hábito se sentirá extraño: “No hay nada en mi boca Qué extraño me siento”. Si hace lo correcto una y otra vez, sus sentimientos al final coincidirán con su comportamiento.

6. Enfóquese en las personas que le ayudan, no en las que le obstaculizan. La gente correcta le ayudará. Las personas no apropiadas serán un obstáculo y evitarán su recuperación. La Biblia dice: “Las malas
Compañías corrompen el buen carácter”. En otras palabras, si no desea ser picado, aléjese de las abejas. Si usted sabe qué tipo de personas son una tentación, simplemente aléjese de ellas. Si está luchando con el alcoholismo, no dirá: “Creo que iré al bar a comer unas semillas de maní”.

7. Enfóquese en el progreso, no en la perfección. Esto es un proceso. Una decisión seguida por un proceso.
Y Dios que comenzó su obra en usted, la completará. Dios se agrada con su crecimiento, con la dirección de su corazón que dice: “Dios, quiero voluntariamente someterme a los cambios que quieras hacer en mi
Vida. Humildemente te pido que quites esos defectos de carácter”. Dios no comenzará a cambiarle hasta que esté completamente listo para ese cambio. Eso significa someterse voluntariamente y pedir con humildad, y cuando esté completamente listo, él comenzará a obrar en usted.

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