Poco a poco la ira se va convirtiendo en rencor y este en resentimiento y sin darnos cuenta el odio mina nuestro corazón y ya estamos a un solo paso no del amor como suele decirse sino de algo mas destructivo que el mismo odio y es la amargura.
La amargura se disfraza de muchas maneras en el interior de las personas y termina por arruinarles la vida de manera irremediable para muchos. La amargura tiene efectos pronunciados en el sistema inmunológico, al disminuir su resistencia a las enfermedades y alterar el mismo para que se produzcan las alergias. La respuesta autoinmune tiene lugar cuando su sistema ataca a ciertas partes de su propio cuerpo, como la artritis, fibromialgia, lupus, ciertas patologías cardíacas, algunos tipos de cáncer, diabetes tipo 1 y varias alergias. Estas son las que se conocían anteriormente con el nombre de “enfermedades del colágeno”, hoy conocidas como enfermedades autoinmunes.
La persona que realmente esta siendo dañada con la amargura el odio la ira y el resentimiento es quien las siente, la o las personas por las que se tienen estos sentimientos quizá ni están enteradas o ya para ellas esto paso y acabó,pero quien se niega a dejar ir estos malsanos sentimientos sufre todo tipo de daño, en el espíritu, el alma y el cuerpo.
HAGAMOS UN EXAMEN
1) ¿Existe una situación en su vida que aparece frecuentemente en la mente o le despierta durante la noche?
2) ¿Está maquinando maneras de vengarse si tan sólo tuviera oportunidad de hacerlo?
3) ¿Recuerda hasta los más ínfimos detalles de un evento que sucedió hace tiempo?
4) ¿Se siente ofendido y, debido a que usted estima es víctima, está justificando el resentimiento?
5) ¿Hay explosiones desmedidas en cuanto a incidentes que de otra manera tendrían menor
importancia?
6) ¿Le sucede que al leer la Biblia casi inconscientemente aplica la Escritura a otros en vez de a sí mismo?
¿QUE HACER ENTONCES CUANDO ESTAMOS AMARGADOS?
1) Ver la amargura como pecado contra Dios.
2) Perdonar al ofensor. “…perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:31–32)
a) El perdón trae beneficios porque quita el resentimiento. Uno de los muchos beneficios de no
guardar rencor es poder tomar decisiones con cordura.
b) El perdón no es tolerar a la persona ni al pecado; no es fingir que la maldad no existe ni es
intentar pasarla por alto. (1ª Pedro 5:7).
c) El perdón no es simplemente olvidar, ya que eso es prácticamente imposible. El resentimiento
tiene una memoria como una grabadora, La única manera de apagar la grabadora es perdonar
d) El perdón no absuelve al ofensor de la pena correspondiente a su pecado. El castigo está en las manos de Dios, o quizá de la ley humana.
e) El perdón tampoco es un recibo que se da después que el ofensor haya pagado. Si no perdonamos hasta tanto la otra persona lo merezca, estamos guardando rencor.
f) El perdón no necesariamente tiene que ser un hecho conocido al ofensor
g) El perdón debe ser inmediato.
h) El perdón debe ser continuo.
i) El perdón debe marcar un punto final.
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