Esos momentos en la vida en los que te quedas solo, solo, absolutamente solo, rodeado de muchos, pero solo, ahí está la gente que juro estar contigo pero estas solo, ahí están los que sonrieron a tu lado en otros momentos fáciles o difíciles de tu vida, pero estas solo, volteas a mirar y solo ves espaldas y cuellos, y la impotencia, la decepción, la desesperación y hasta la queja acompañada de lamento, asoman su lánguido rostro ofreciéndote su compañía, de repente abrasas a una de ellas o a todas y sientes que el piso se te hunde bajo los pies.
¿Qué te lleva a un estado de ese tipo de soledad?, quizá un grave error tuyo, quizá una decisión equivocada, quizá la traición de alguien que amas o una traición tuya, quizá que eres muy amigo de la nostalgia, quizá muchas cosas más... pero llegas a ese rincón lúgubre, donde ni la música suena, donde si fueras pintor, dibujarías con precisión el rostro del abandono.
Lloras, hasta puedes llegar a patear o romper lo que está a tu lado, te das golpes de pecho, te echas la culpa de todo, gritas, incluso te metes en una piscina de auto conmiseración, quieres llamar la atención de alguien que te sobe la cabeza y te diga "pobrecito" (a), pero ninguna mano se dirige hacia ti, y haces mil cosas inútiles mas, y como su nombre lo indica, es inútil, no funciona. si alguno te presta su cara es solo para hacerte esa mirada solapada de "te lo mereces" o "te lo dije" o "no me quiero meter en problema" o cualquiera otra de esas que has visto en tantos rostros.
Como ya está escrito arriba, es inútil lo que habrás hecho hasta aquí, y lo que hagas de aquí en adelante para solucionarlo, solo empeorara las cosas, si estas ansioso, triste i cualquiera de esas cosas, no es el día de tomar decisiones.
Te diré querido lector, querida lectora que en uno de esos episodios en mi vida ( que han sido varios) golpee fuerte una mesa en mi casa, que estaba llena de libros, y cayeron varios de ellos al piso entre ellos una biblia grandota que había allí, la biblia cayo abierta en una página que contenía este versículos que como si estuviera resaltado, fue el que leí, 1 de pedro 5:7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. y dije para mí mismo, no es biblia lo que necesito, necesito alguien que me consuele, alguien que se interese por mí, alguien que exista y empuje con el pie la biblia, y la eche a un lado, y llore amargamente, cuando deje de llorar, quise recoger el reguero de libros y allí estaba la biblia abierta en otra página y fui movido a acercarme a ella, y cuando la observe la porción que se ilumino para mí fue: Isa 54:4-8 No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo. Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tú Redentor. Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti. Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré.
Hay alguien que no te da la espalda jamás, nada más mentiroso que ese título "el cristo de espaldas" Jesús te da la cara y como lo decía en el blog de ayer, no te da la cara para juzgarte o para reñirte, sino para ayudarte, para levantarte, por eso si la soledad penetro con su helado trasteo a tu corazón, ahora ábrele las puertas al Señor, él tiene cuidado de ti, no te dejara ni te desamparara, no se avergonzara de ti. no importa cuántas veces le hallas fallado, o si nunca siquiera le has tenido en cuenta, no importa si el diablo te dice que eres un oportunista, que no debes buscar a Dios en medio de tu problema, corre a sus brazos porque están abiertos para ti, su pecho henchido de gozo te recibirá y te confortara, corre entrégate a Jesús y él te recibirá.
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